¿Por qué usar métodos creativos para acercarnos a las Escrituras?
Me parece pertinente comenzar esta reflexión aclarando el objetivo al que deberían apuntar todos nuestros esfuerzos cuando nos acercamos a la Palabra. La Biblia tiene mucho que hablar sobre esto.
Tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo, vemos a Dios llamando a su pueblo a prestar atención a sus Palabras. Nos llama a que las repitamos a nuestros hijos, que las guardemos y obedezcamos, que comprendamos lo que Él está diciendo, y que lo comuniquemos a otros.
La Biblia está llena de citas como estas, pero, para la cuestión que nos interesa resolver, me gustaría destacar una que nos deja Pablo en su carta a los Colosenses:
“Que la Palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes…”
(Colosenses 3:16a, NBL)
Escribiendo desde la cárcel, Pablo anhela que sus hermanos permanezcan en la nueva vida a la que Cristo los introdujo. El apóstol está consciente de los peligros que rodean al creyente: en cualquier momento pueden llenar sus pensamientos de las cosas del mundo y volver a la antigua vida. Por eso, después de algunas instrucciones concluye: “Que habite en ustedes la Palabra de Cristo con toda su riqueza…” (NVI).
La Palabra de Cristo es indispensable para el creyente. La riqueza que viene con ella y lo que esa riqueza puede hacer en nuestras vidas no lo podemos encontrar en ningún otro lugar, cosa o persona.
Pablo usa un hermoso concepto para resaltar lo que espera que suceda: que habite. Es como si el creyente fuera un hogar que espera la Palabra de Cristo. No para que sea una visita de un fin de semana o un mensajero que llega de vez en cuando a entregar publicidad. Es un huésped que llegó para quedarse y formar parte de nuestra vida: “Que habite en ustedes”. Creo que a esto deberían apuntar todos nuestros esfuerzos cuando estudiamos las Escrituras.
Ahora, ¿qué tiene que ver la creatividad con todo esto? Considero que la creatividad nos ayuda a responder el “cómo”. Sabemos que éste es el deseo de Pablo y el de Cristo. Por tanto, ¿cómo permitimos que la Palabra de Cristo habite en nosotros? ¿Cómo dejarle entrar con toda su riqueza? ¿Qué nos puede ayudar? Aquí es donde entran los instrumentos de gracia que Dios nos ha proporcionado. Pablo continúa diciendo:
“…enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en sus corazones.”
(Colosenses 3:16b, NBL)
De acuerdo con este pasaje, notamos que la participación de la comunidad, los diferentes dones y las expresiones creativas son medios para que la Palabra de Cristo llegue a habitar en nosotros. Aquí veo relevante el uso de los métodos creativos, cuando son un medio para que la Palabra habite en nosotros y experimentemos toda su riqueza.
Tengo la certeza de que Dios ha dotado a muchas personas para generar herramientas que nos permiten acercarnos de manera más completa a la Escritura. Desaprovecharlas sería como desestimar los instrumentos de la gracia de Dios.
Ahora, esto no significa que debemos aceptar y usar la creatividad sin ningún cuidado o criterio, como si lo creativo tuviera valor en sí mismo. En estos versículos, Pablo nos ayuda dejándonos una regla sencilla pero muy importante:
“Y todo lo que hagan, de palabra o de hecho, háganlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de Él a Dios el Padre.”
(Colosenses 3:17, NBL)
Esto es muy importante porque, a veces, en nombre de la creatividad se puede desviar la atención, llevándonos a perder de vista a Jesús, incluso durante el estudio mismo de la Palabra. Usemos nuestra creatividad con libertad, pero con temor, deseando que ésta sea un medio para que la Palabra de Cristo habite en abundancia en nosotros y en los demás.
Tomado del libro: Estudiemos la Biblia juntos